Despido improcedente y despido nulo

Cuando se declare el despido improcedente, el empresario, en el plazo de 5 días desde la notificación de la sentencia, podrá optar entre el abono de una indemnización o la readmisión del trabajador.

La indemnización citada consistirá en 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

Y si optare por la readmisión deberá abonar los salarios de tramitación. Esto es, los salarios dejados de percibir desde el despido hasta la notificación de la sentencia.

En el supuesto de no optar el empresario por uno u otro, se entiende que elige la readmisión.

El efecto del despido nulo son la inmediata readmisión del trabajador, con abono de los salarios dejados de percibir.

Sin perjuicio de lo anterior, cuando no se declara el despido improcedente o nulo, ya sea porque se han observado los requisitos y formalidades exigidas, no se han violado derechos fundamentales, y tampoco tenía el despido motivos de discriminación, entonces el despido podrá ser declarado procedente. Esto convalidaría el despido, con todos sus efectos del despido objetivo o disciplinario respectivamente.